La aromaterapia se ha utilizado desde la antigüedad para tratar una amplia variedad de síntomas y afecciones. Los aceites esenciales poseen numerosas propiedades terapéuticas y/o cosméticas; según provengan de las diferentes partes de una misma planta u árbol aromático; muchas de ellas han sido demostradas científicamente y otras obedecen a su uso tradicional o ancestral.
Se ha reconocido que los aceites esenciales poseen poderosas acciones antimicrobianas (antivirales, antibacterianas, antimicóticas y antiparasitarias) e insecticidas, así como antiinflamatorias, antioxidantes, inmunomoduladoras e inmunoestimulantes. También se han descrito efectos que actúan sobre prácticamente todos los sistemas del cuerpo humano (circulatorio, linfático, respiratorio, genitourinario, hepático, cardiovascular, renal, digestivo y cutáneo).
Además, destacan por los beneficios que nos proporcionan a través de la inhalación, y sus efectos sobre el sistema nervioso central, que actúan sobre nuestra mente y nuestras emociones.
La acción terapéutica de los aceites esenciales se explica por los efectos de sus constituyentes: las moléculas aromáticas, características de cada aceite esencial y su acción específica y/o en sinergia. Además, poseen una acción vibracional característica que actúa sobre las células del cuerpo humano, potenciado su inmunidad natural. Muchos de estos efectos no se han demostrado científicamente, ya que probablemente no se dispone todavía de los métodos y mecanismos para detectar y evaluar estos resultados.
Se ha estudiado, la influencia de la inhalación de las moléculas aromáticas, en el cerebro a través de patrones de electroencefalograma y estudios de la imagen funcionales.
La documentación científica existente nos muestra que los aceites esenciales pueden producir efectos específicos en la función neuropsicológica humana y pueden influir en el estado de ánimo, y en ciertos parámetros cognitivos y emocionales.
Aunque en la actualidad no somos capaces de demostrar todos sus efectos científicamente, tenemos el derecho de utilizarlos, ya que a lo largo de la historia han sido utilizados por la medicina tradicional de diferentes culturas, lo que valida hoy día sus propiedades y eficacia.